La aralia es una planta que necesita luz, humedad, riego y una temperatura adecuada para crecer.
Luz
- Prefiere luz indirecta brillante, pero se adapta a luz media.
- No dejes que el sol incida demasiado en las hojas, ya que las quemará.
Riego
- Mantén el sustrato ligeramente húmedo, permitiendo que se seque entre riegos.
- Riega solo lo suficiente para evitar que las hojas se marchiten.
- Evita encharcar el sustrato.
Humedad
- Agradece una humedad moderada, pero es resistente a climas más secos.
- Puedes aumentar la humedad ambiental colocando la maceta en una bandeja poco profunda llena de agua y guijarros.
Temperatura
- Se desarrolla mejor entre 15-24°C.
- Tolera el frío hasta 5℃ (41℉) y el calor hasta 43℃ (109℉).
- Para contrarrestar el sobrecalentamiento, puedes proporcionar sombra o aumentar el riego.
Suelo
- Prefiere un suelo bien drenado y rico en materia orgánica.
Ubicación
- Es mejor ponerla en un lugar permanente, ya que no le gusta cambiar de ubicación.
- Evitar ponerla en un lugar de la casa con poca iluminación.